Análisis académico de Cosa de nada de Wenceslao Vargas Márquez
“Cosa de nada” es un relato de Wenceslao Vargas Márquez que pone en evidencia la trivialidad de ciertos gestos cotidianos, al mismo tiempo que revela las tensiones internas y la alienación del protagonista. El relato explora la relación entre el individuo y su entorno, así como las percepciones de la experiencia cotidiana que son, a menudo, ignoradas o desechadas como "cosas de nada". Sin embargo, en el subtexto de estas acciones rutinarias y aparentemente banales, subyacen preguntas sobre el sufrimiento, la percepción de sí mismo y el propósito. A continuación, se realiza un análisis académico centrado en los elementos claves del relato.
1. El ritual cotidiano como un espacio de reflexión existencial
Desde el inicio del relato, el protagonista realiza una serie de acciones cotidianas que parecen insignificantes, como la búsqueda de sus pantuflas y el lavado de su rostro. La actitud indiferente y casi automática con la que aborda estas tareas resalta la alienación del protagonista en relación con su entorno inmediato. Estas actividades, que son parte de la rutina diaria, no son simplemente actos mecánicos, sino momentos en los que se refleja la vacuidad de la existencia.
La escena en el lavabo es particularmente significativa, pues el protagonista se enfrenta a una incomodidad física (el ardor del jabón en los ojos) que, a pesar de ser dolorosa, no genera una reacción profunda o de reflexión. Por el contrario, el personaje opta por continuar sin dar mayor importancia a este malestar. Este enfoque hacia el dolor, o más bien la minimización del mismo, refleja la incapacidad del protagonista para comprometerse con su propia experiencia emocional o física.
2. El uso de la llama como metáfora de la autodestrucción y el sufrimiento
Una de las imágenes más poderosas y reveladoras del relato es la interacción del protagonista con la hornilla. A medida que el protagonista se acerca peligrosamente a la llama azul, el ardor que experimenta en su piel y los daños que se infligen a su cuerpo, en un nivel metafórico, aluden a su relación con el sufrimiento autoinfligido o autoinducido. El calor "duro" que golpea su epidermis y el contraste entre lo "agradable" y "desagradable" de la experiencia sensorial con la llama subraya la ambigüedad de la experiencia humana, especialmente en lo que respecta al sufrimiento. La llama, que tiene tanto el poder de destruir como de purificar, es una metáfora del sufrimiento innecesario o de las pasiones humanas que se convierten en autodestructivas.
El protagonista, al igual que el fuego que lo consume de manera inevitable, parece estar en una constante lucha interna con su propia condición, pero no hace el esfuerzo de apartarse. La cercanía de la llama podría interpretarse como un deseo inconsciente de sentir algo intenso, una necesidad de recordar que aún existe a través de la experiencia del dolor. Sin embargo, la indiferencia con la que lo maneja también puede interpretarse como una forma de negación de su sufrimiento.
3. La indiferencia y la desconexión emocional
A lo largo del relato, el protagonista esconde su malestar y lo minimiza. La expresión "cosa de nada" aparece repetidamente, no solo como una forma de relativizar el sufrimiento físico (la quemadura, el ardor en el rostro), sino también como una manifestación de su desconexión emocional. La frase se convierte en un mecanismo de defensa frente a la vida misma: un intento de restarle importancia a todo lo que lo afecta, de desconectarse de las emociones que podrían alterarlo o afectarlo más profundamente.
Esta actitud refleja una constante evasión de los problemas reales y un deseo de no enfrentarse a las circunstancias de la vida que son dolorosas o incómodas. La frase "cosa de nada" encapsula la tendencia del protagonista a reducir el significado de los eventos a algo irrelevante, en un intento de protegerse del impacto emocional.
4. La mujer como punto de referencia
La figura femenina en el relato juega un papel ambiguo. Aunque no se menciona explícitamente quién es “ella” (probablemente una amante o pareja), la razón del apresuramiento del protagonista y su deseo de "olvidar" lo que le ocurre en ese momento está claramente relacionado con la mujer que espera. La inmediatez del deseo de olvido del protagonista sugiere que su atención y prioridad están en complacer a esta figura, en lugar de enfrentar su malestar interno.
El hecho de que el protagonista "olvidé" lo que ocurre mientras baja los tres pisos y se dirige al taxi, como si estuviera entrando en una especie de amnesia momentánea, refleja cómo las expectativas ajenas o la apariencia de bienestar se convierten en una distracción frente a su propio sufrimiento. En este sentido, la mujer parece representar una forma de escapatoria, de solución que se pospone, pero que nunca aborda el malestar de fondo del protagonista.
5. El uso de la loción como una forma de alivio superficial
El acto de aplicarse loción y alcohol para calmar el ardor del rostro es otra manifestación de la superficialidad con la que el protagonista trata su sufrimiento. La loción, como el alcohol, sirve para aliviar momentáneamente, pero no cura nada en profundidad. Esta actitud ante el dolor refleja el enfoque del protagonista hacia la vida misma: una vida en la que las soluciones superficiales parecen ser suficientes para continuar. La autocompasión del protagonista se limita a aliviar las molestias inmediatas sin cuestionar por qué estas molestias existen, o cómo se relacionan con su vida emocional y existencial.
6. La prisa y la evasión del conflicto interno
El movimiento acelerado hacia el taxi al final del relato es otra señal de que el protagonista busca huir de sí mismo y de sus sentimientos. La rapidez con la que toma decisiones, se olvida de su malestar y se dirige al exterior, hacia lo que parece ser un encuentro con la mujer, subraya su tendencia a evitar enfrentarse a la realidad interna que lo angustia. La referencia constante a la necesidad de "olvidar" lo que ocurre resalta cómo el protagonista evade su sufrimiento sin enfrentarlo realmente.
Conclusión
En “Cosa de nada”, Wenceslao Vargas Márquez crea un relato que explora la evasión del dolor y la alienación emocional del individuo a través de la rutina diaria. El protagonista minimiza sus propios problemas, tanto físicos como emocionales, utilizando frases como "cosa de nada" para restarles importancia. Sin embargo, detrás de este mecanismo de defensa, el relato revela una profunda insatisfacción con la vida, un deseo de evasión y una desconexión de sí mismo. El uso de la llama como metáfora del sufrimiento autoinducido, junto con la figura de la mujer como un intento de escape, demuestra cómo la indiferencia y la superficialidad sirven como un medio para lidiar con la angustia existencial, aunque nunca la resuelven.
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