Cifras de encuestas y consultas
Wenceslao Vargas
Márquez
¿En cuántas
personas se han respaldado las principales decisiones del oficialismo a lo
largo del sexenio federal? Se puede argumentar que las principales decisiones nacionales
se han tomado con base en la respuesta o criterio de muy pocas personas.
En agosto de
2021 la consulta para juzgar a expresidentes tuvo una participación del 7%. Con
base en esa raquítica participación se decidió dejar a los expresidentes en la
impunidad. En abril de 2022 la participación en la consulta para revocar el
mandato del presidente en ejercicio fue del 17%. Este corto tamaño del
ejercicio impidió la revocación al no alcanzarse el 40% que ordena la
Constitución. En septiembre de 2023, ¿cuántas
personas votaron por Claudia Sheinbaum para resultar la candidata a titular
del Ejecutivo federal para el sexenio 2024-2030? Hay tres posibles respuestas,
las tres excluyentes según la militancia (o el estado de ánimo) del lector.
Siguiendo una primera respuesta, los críticos más acerbos, los más descompuestos críticos del oficialismo dicen que la única persona que votó por ella fue el presidente saliente. Un solo voto como en los viejos tiempos del PRI. Sin duda alguna el ejemplo más acabado de este modelo fue José López Portillo en 1976. Lo demás, como bien dijo la actual candidata triunfadora, fue mero trámite.
En una
segunda posible respuesta, el ciudadano promedio -que se alimenta
informativamente de noticias promedio- sabe que votaron por ella no sólo una
persona sino casi 36 millones según el conteo de la autoridad electoral, del
total de casi 100 millones de electores. (Fue mayor el número de electores que
se abstuvieron, unos 38 millones). Esto es lo oficial, esto es lo que mantendrán
el INE y Wikipedia en sus archivos para los próximos años.
Pero hay una tercera respuesta posible, olvidada por el respetable y por los analistas. Me refiero a la cantidad de personas que respondieron a la encuesta en la que las llamadas corcholatas compitieron para resultar candidato presidencial. Los voceros del partido oficial informaron el 6 de septiembre de 2023 que para designar a su candidato se hicieron cinco encuestas de 2,500 entrevistas cada una. En cada una de ellas el 40% votó por la triunfadora Sheinbaum.
Ese 40% equivale
a mil personas (suficientes, pues las demás encuestas fueron réplicas). ¿Cuál
es el resumen de esta tercera interpretación olvidada por los analistas y el
respetable? Que sólo mil personas votaron por Sheinbaum para resultar candidata
presidencial. Y esto es tan cierto y vinculante como que al día siguiente, el
día 7, sobre la decisión de mil personas recibió el bastón de mando de manos
del presidente, y en ese acto (en un restaurante) se consumó la transmisión del
poder sin que la Oposición se diera cuenta. Lo demás, de nuevo, fue puro trámite.
En junio de 2024, para efectos de avanzar o no con la reforma al Poder Judicial las encuestas arrojaron que un 77% (De las Heras), un 83% (Enkoll) y un 81% (Morena) de los consultados se manifestaron a favor de que se realice. Revisemos. ¿81% de qué? De 1195, de 1202 y de 1458 personas, que fueron los respectivos tamaño de la muestra para cada encuestadora.
Es decir
que, en cada caso, para inferir estadísticamente sobre la decisión política de 130
millones de mexicanos, o sobre la de 100 millones de electores, alrededor de sólo
mil personas tomaron la decisión de apuntalar la que ya de por sí estaba tomada
de antemano. Otra vez mil como en la decisión de la candidatura presidencial de
septiembre del año pasado. Mil electores es el número mágico para las
decisiones de gran calado. En todos los casos lo demás es puro trámite.
Así las cosas, lo que a veces parece una fiesta democrática multitudinaria de decenas de millones de personas es en realidad un pálido reflejo de decisiones que ha tomado una sola persona (en Palacio) o mil (en las encuestas), no millones. Con personajes pretéritos conocidos por su nombre propio como son los expresidentes su consulta solo atrajo a un 7% del electorado en 2021. Un líder carismático actual -como lo es el presidente- sólo atrajo al 17% del electorado en 2022.
¿Qué porcentaje participará en una elección de jueces, magistrados y ministros con nombres y trayectorias perfectamente desconocidos, con ofertas electorales difíciles de comprender y aún de establecer? ¿Un 10%, un 5%? En junio del año que viene, a lo que parece, se elegirán a los jueces, magistrados y ministros como consecuencia de la reforma judicial.
Veremos entonces lo que se reputará como un luminoso resplandor
democrático. En ese instante no sabremos a ciencia cierta si ese resplandor será
el de un incendio o el resplandor de una muy triste fiesta.
@WenceslaoXalapa