Mariana González del Boy
Wenceslao Vargas Márquez
Respecto de la elección presidencial de 1976 la historia
consigna que el candidato oficial por el PRI, José López Portillo, fue el único
oficialmente registrado para la contienda, que con un solo voto bastaba para
que triunfara.
El dato es cierto. Sólo que de manera complementaria se
añade que el único competidor, desde luego que sin registro, fue el
sindicalista comunista Valentín Campa quien en la segunda legislatura de ese
sexenio lopezportillista alcanzaría un escaño como diputado federal, a mi
juicio merecido.
Lo que la historia
olvida es que no sólo Campa compitió sin registro cual David contra el Goliat
tricolor. La historia ha olvidado a una mujer que también compitió sin registro
y sin oportunidad de triunfo. Fue Mariana González del Boy, postulada por el
Partido Femenino.
El nombre de Mariana debe estar unido, y en un lugar muy
especial, al de Rosario
Ibarra de Piedra en 1982 y 1988, a Cecilia Soto en 1994, a Patricia Mercado en
2006, Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala y María de Jesús Patricio
Martínez, quienes fueron candidatas con registro. La diferencia de Mariana
González del Boy sobre las otras mujeres competidoras es que a ella le tocó
competir sin registro en una época en que el partido en el gobierno, el PRI,
logró conseguir que sólo su candidato presidencial fuese el registrado. De ese exceso
de 1976 nacería la reforma electoral de 1977.
¿Qué oportunidad
tenían de ganar Valentín Campa y Mariana González? Ninguna. Aún ganando perdían
pues no estaban registrados. En sus memorias tituladas Mi Testimonio, fechadas en 1978, Campa narra a partir de la página
303, en el capítulo titulado 180 días de
campaña, la experiencia que vivió recorriendo el país. Es de hacerse notar
que en la p.304 escribió erróneamente que los candidatos eran sólo dos, López
Portillo, oficial y con registro, y el propio Campa, sin registro. Lo apuntó
así: “Una de las grandes experiencias de esa campaña fue el claro deslinde de
campos, productos de la presencia de sólo dos candidatos aspirantes a la
Presidencia de la república”. ¿Por qué Campa excluyó de su apunte al Partido
Femenino y a Mariana González del Boy cuya campaña presidencial era tan
testimonial como la suya?
López Portillo tampoco menciona a González en los dos
tomos de su autobiográfico Mis Tiempos,
de manera que no aparece mencionada en el Índice
onomástico y de instituciones al final del tomo 2 donde de diez ‘González’ ninguna persona es Mariana. Cero
cortesía. López Portillo y Campa olvidaron a Mariana González del Boy e
igualmente la han olvidado los mexicanos en general y las feministas en
particular.
Es hora de darle su lugar a Mariana González del Boy como
precursora de las candidatas presidenciales en México. Un homenaje, una tesis, su
nombre para un espacio público electoral o partidista, su nombre en una calle.
Algo, para que Mariana no se quede para siempre en el olvido.
Twitter @WenceslaoXalapa